El veloz avance de la Inteligencia Artificial (IA) y el Machine Learning (ML), están creando las condiciones para la interacción autónoma de las máquinas, ofreciendo a la humanidad una vida más fácil mediante las Cosas autónomas (AuT), aunque nada de esto podría igualar la capacidad y amplitud del cerebro humano.
Las Cosas Autónomas es un término que se da a los desarrollos tecnológicos, esperando que lleven a las computadoras al entorno físico, transformándose en autónomas sin ser dirigidas por los humanos, haciendo que interactúen libremente con humanos, mas no con nuestra ayuda.
Las tecnologías de AuT se apoyan en avances recientes de la inteligencia artificial que necesitan desarrollos regulatorios amplios e inmediatos para detallar sus requisitos, exigiendo niveles de seguridad.
Entre los avances tecnológicos, podemos recalcar que cada vez son más las cosas que se conectan a Internet.
Automóviles que no necesitan de una persona para ser conducido. Es decir, imita las capacidades de un humano en cuanto a manejo y control del auto. El DARPA, el Auto-Driving Car de Google o las características del piloto automático de Tesla nos están presentando esta realidad. Grandes marcas de automóviles reconocidas, también están haciendo de los autos autónomos una prioridad.
Los drones finalmente han alzado el vuelo y se han convertido en objetos autónomos. Es decir, no necesitan del control humano para realizar sus actividades. Se espera que las grandes empresas experimenten con estas tecnologías, desde la vigilancia automatizada hasta mensajeros digitales, reparto de correo y comida.
Con el hardware cada vez menos costoso y el software más capacitado, no es difícil ver por qué algunas personas creen que es el momento adecuado para fabricar ayudantes.
Los hogares inteligentes poseen un gran potencial para el desarrollo de sistemas y aplicaciones para permitir que los objetos del hogar puedan comunicarse entre sí y dar prioridad a sus necesidades. Actualmente, los sensores y las aplicaciones instaladas en los dispositivos móviles, son la única forma en que se ha permitido el avance tecnológico.
Y todas esas tecnologías que no necesitan preocuparse por el control humano para estar operativas.
Estas innovaciones pueden facilitar la realización de las tareas haciendo más sencilla la vida humana.
Gartner anticipa que las cosas autónomas serán el patrón tecnológico más significativo en los próximos años. Es cierto porque la tecnología influye en el mundo físico, tecnología que influye en el mundo digital.
Las Cosas Autónomas se han convertido en elementos cotidianos para gran cantidad de personas y empresas mundialmente, expandiéndose por todo tipo de sectores interviniendo cada vez más en la vida diaria. Conocer y dominar su potencial es fundamental ya para organismos públicos, empresas y los ciudadanos de a pie.
La capacidad de inversión e innovación tecnológica sigue en aumento, incidiendo en la optimización de la autonomía de las cosas, asegurando que serán más los dispositivos inteligentes que podrán abordar problemas y ser grandes ayudantes en la simplificación de actividades, sin embargo, los factores jurídicos, de seguridad y regulación aún es un tema inquietante por la solidez a tener según la función y el alcance de cada objeto, como por ejemplo ante estas preguntas: ¿En qué momento y a qué nivel serán completamente autónomos? ¿Dejaremos la decisión a una máquina sobre temas de vida o muerte?